Los cereales son gramíneas,
herbáceas cuyos granos o semillas están en la base de la alimentación humana
o del ganado,
generalmente molidos en forma de harina.
Los cereales contienen almidón,
que es el componente principal de los alimentos humanos. El germen de
la semilla contiene lípidos en proporción variable que permite la extracción
de aceite vegetal de ciertos cereales. La
semilla está envuelta por una cáscara formada sobre todo por la celulosa,
componente fundamental de la fibra
dietética. Algunos cereales contienen una proteína,
el gluten,
indispensable para que se forme el pan.
Las proteínas de los cereales son escasas en aminoácidos esenciales
como la lisina.
El procesamiento de los cereales afecta a la composición
química y al valor nutricional(esto quiere decir que su composición nutrimental
es cambiada) de los productos preparados con cereales. Los nutrientes están
distribuidos de modo heterogéneo en los distintos componentes del grano
(germen, endospermo, revestimiento de la semilla y distintas capas que lo
recubren). No existe un patrón uniforme para los distintos tipos de cereales. Los
efectos más importantes del procesamiento sobre el valor nutricional de los
cereales están relacionados con:
- La separación y extracción de partes del grano, dejando sólo una fracción de éste para el producto. Cualquier pérdida en el volumen origina una pérdida de nutrientes.
- Las partes del grano que se desechan pueden contener una concentración de ciertos nutrientes (aumentando, entre otros aspectos, la proporción de nutrientes por peso).
- El procesamiento en sí mismo puede traer consigo cambios en los nutrientes .
- La separación de las capas exteriores del grano, a pesar de que causa la pérdida de algunos nutrientes, puede resultar provechosa. Por ejemplo, la tanina se concentra en las capas exteriores , por lo que su eliminación es esencial desde el punto de vista nutricional.
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